18 de octubre de 2012

Neuschwanstein, el loco sueño de un rey


Nuestra última visita en Alemania fue al famoso castillo de Neuschwanstein, construido en 1869 por el rey Luis II, también llamado “el rey loco”. Es uno de los lugares más visitados de Alemania, con casi un millón y medio de personas al año. También fue la inspiración para el castillo de la Bella Durmiente de Disney (aunque del castillo de Usse, en Francia, dicen lo mismo).

Está enclavado en una ubicación increíble, en plena Baviera, en lo alto de un promontorio, rodeado de montañas llenas de pinos (imagino que en invierno estarán nevadas) y cristalinos lagos de deshielo. El castillo nació de una fantasía en los sueños de Luis II, para servir como un lugar de retiro al rey y de homenaje a Richard Wagner, cuyas obras le inspiraban fascinación.

Neuschwanstein es mucho más lindo por fuera, donde parece un castillo “de verdad” (en la época que se hizo, ya no se necesitaban construcciones como castillos) e impone desde lo alto de las montañas. La mejor vista se tiene desde un puente, a cientos de metros sobre el río, que se creó especialmente para acceder al edificio. Por dentro es absurdo, el conjunto arquitectónico estaría bien definido como “teatral”, porque todo el castillo parece la escenografía de una ópera. Está repleto de decoraciones exageradas, tanto en madera oscura como en cientos de colores. No sigue el estilo clásico sino que es una mezcla entre romanesco, gótico y bizantino. Lo peor es que mucha de la decoración (por falta de dinero) no es real: el oro no es oro, el mármol no es mármol y las piedras preciosas son vidrios de colores. Es un gran sueño esquizofrénico y de bajo presupuesto.

La obsesión de Luis II con algunos personajes de las obras de Wagner, como Tristán e Isolda, se puede ver sobre todo en su dormitorio, repleto de imágenes de la famosa ópera.

A Luis II lo declararon incapaz de gobernar (no en vano era apodado “el rey loco”) y nunca terminó de construir Neuschwanstein, solo se terminaron 15 habitaciones de las 200 proyectadas. Además solamente llegó a vivir allí unos pocos 172 días, luego se trasladó a otro castillo y murió ahogado en uno de los lagos, en circunstancias sospechosas.

El gobierno de Baviera y luego de Alemania compraron el castillo que, hoy en día, recauda en un año lo que costó en su totalidad.


1 comentario:

  1. Que hermoso lugar, Cin, y que interesante la explicacion. No tenia ni idea. Gracias por compartir todas tus experiencias!!!

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